Fuente
Siglo XX. Reconstruida con los sillares originales de la fuente neoclásica enterrada en 1959, la FONS DIVINUS (Fuente Divina), como la llamaron los romanos, es el símbolo del municipio, al que dio razón de ser y nombre.
La fama de sus aguas, cuyas propiedades, o “virtudes”, término más común empleado siglos atrás, estaban indicadas para el “mal de piedra” (litiasis urinaria) y otras muchas enfermedades, trascendió a todo el país, Reino de Nápoles y allende el océano a donde fueron exportadas, acuñando a su vez el de la advocación de la patrona de la localidad: María Santísima de las Virtudes.